Se estima que alrededor del 1% de la población mundial tiene enfermedad celíaca, que provoca una reacción en el sistema inmunológico al consumir gluten.
También puede ser común, que quienes la padecen demoren bastante tiempo en descubrir que tienen esta condición o la confundan con el síndrome del intestino irritable, intolerancia a la lactosa u otras.
¿Qué es la enfermedad celíaca?
La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune crónico, que consiste en una reacción anormal del sistema inmunológico ante el gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, cebada y centeno.
Esta condición puede generar déficits nutricionales, además de pérdida de peso y molestias digestivas persistentes.
No es una simple intolerancia alimentaria, pues implica una respuesta inmunitaria, que daña el tejido intestinal.
¿Qué ocurre en el organismo de un celíaco?
La reacción ante la presencia del gluten genera una inflamación del intestino delgado, deteriorando sus vellosidades intestinales, las que se encargan de absorber los nutrientes de los alimentos.

Causas y factores asociados
Las personas celíacas combinan una predisposición genética con factores ambientales y una respuesta inmunológica alterada ante el gluten, por lo que su causa es multifactorial.
Relación con las enfermedades autoinmunes
Un celíaco tiene mayor probabilidad de desarrollar otras enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1 o la tiroiditis de Hashimoto.
Pues hay predisposición genérica de reaccionar desproporcionadamente a determinados estímulos.
Por eso, es probable que al diagnosticar la enfermedad celíaca se soliciten exámenes para confirmar la presencia de otras condiciones autoinmunes.
Factores genéticos y ambientales
Algunos de estos factores, que no son determinantes, pero que sí pueden hacer más propuesta a la persona a presentar esta enfermedad, son:
- Componente genético de las variantes HLA-DQ2 o HLA-DQ8.
- Consumo temprano de gluten en la infancia.
- Infecciones o alteraciones intestinales previas.
- Estrés prolongado y cambios hormonales podrían activar la enfermedad en personas predispuestas.
Síntomas de la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca puede manifestarse de diferentes maneras, por eso muchas personas pueden vivir con ella sin saberlo.
Pueden afectar el aparato digestivo, pero también otros sistemas del organismo.
Síntomas digestivos comunes
Estos pueden ser:
- Dolor o malestar abdominal
- Diarrea crónica o intermitente
- Distensión abdominal
- Pérdida de peso sin razón aparente.
- Náuseas y vómitos
- Fatiga, por la mala absorción de los nutrientes.
Síntomas no digestivos
Entre las alertas podrían estar:
- Anemia por deficiencia de hierro.
- Osteoporosis
- Erupciones cutáneas.
- Alteraciones en el crecimiento en niños.
- Cambio de ánimo, irritabilidad o dificultades para concentrarse.
Posibles complicaciones de la enfermedad celíaca
Si no se diagnostica a tiempo o no se sigue un tratamiento adecuado, hay complicaciones de salud que pueden derivarse de la mala absorción de nutrientes y del daño intestinal.
Diagnóstico de la enfermedad celíaca
El diagnóstico debe ser exhaustivo, pues puede confundirse con otras condiciones digestivas, consiste en:
Historia clínica y revisión médica
El médico analiza la historia clínica del paciente, como sus antecedentes familiares y enfermedades autoinmunes, también realiza un examen físico para ver si hay hinchazón y pérdida de peso.
Análisis de sangre y anticuerpos antigliadina
Se continúa con exámenes de sangre para detectar anticuerpos contra el gluten o las células intestinales, como son:
- Anti-transglutaminasa tisular (tTG)
- Antiendomisio (EMA)
- Antigliadina (AGA)
Biopsias del intestino delgado
Si los resultados de sangre son positivos, se puede solicitar una biopsia del intestino delgado por medio de una endoscopia digestiva alta.
Esto permite observar si hay daño en las vellosidades del intestino, confirmando el diagnóstico.
Tratamiento de la enfermedad celíaca
No hay medicamentos que curen esta enfermedad, pero seguir un plan de alimentación adecuado permite que las vellosidades del intestino se regeneren y, con ello, mejore la calidad de vida.
Dieta sin gluten como base del tratamiento
El gluten debe eliminarse por completo de la dieta, evitando:
- El trigo
- La cebada
- Centeno
- Derivados de estos
- Alimentos procesados con trazas de dichos cereales.
Alimentos que se deben evitar
Principalmente:
- Pan y pastas tradicionales
- Salsas, embutidos y sopas en sobre
- snacks y cereales
Es muy importante leer las etiquetas de los productos, muchos de ellos tienen el sello “sin gluten” o “gluten free”, que asegura que el alimento tampoco tuvo contacto con trazas de esta proteína.
Suplementos y control de deficiencias nutricionales
Al comenzar, algunas personas pueden requerir de vitamina D y B12, así como suplementos de hierro, calcio o ácido fólico, por su mala absorción previa al diagnóstico.
Vivir con enfermedad celíaca
Si el diagnóstico se confirma y se sigue una dieta libre de gluten, las personas pueden llevar a cabo su vida de forma normal.
Para eso es clave planificar las comidas, leer las etiquetas, prevenir la contaminación cruzada y ser cuidadosos al comer fuera de casa.
Además, el seguimiento periódico, médico y nutricional, es clave para evaluar la recuperación intestinal.
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