TDAH ¿qué es?

TDAH ¿qué es?: Conoce en qué consiste

Salud Mental

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El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) puede afectar tanto a niños como a adultos, y puede pasar desapercibido durante años. Se estima un 5% de la población mundial lo tiene.

Entender de qué se trata es clave para identificar señales tempranas, buscar un diagnóstico adecuado y mejorar la calidad de vida.

¿Qué es el TDAH?: Características principales

El TDAH es una condición neurológica diferente, que bajo una perspectiva tradicional afecta la capacidad para concentrarse, seguir instrucciones y mantener la atención durante tareas cotidianas. Puede manifestarse desde la infancia y continuar en la adolescencia o adultez.

La importancia del uso del término TDAH y no “déficit atencional”

La psicóloga Cecilia Barrera de RedSalud, aclara que el TDAH desde una perspectiva neurocientífica se define como:

“cerebros neurodivergentes con un estilo atencional distinto, caracterizados por dificultades en la regulación de la atención, con una tendencia a distraerse en contextos poco motivantes y a hiperconcentrarse en tareas de alto interés.”

La profesional aclara que “desde el paradigma de la neurodiversidad se evita hablar de “déficit atencional” porque implica una connotación negativa y deficitaria del funcionamiento neurológico”.

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¿Cómo el TDAH se manifiesta en la infancia, adolescencia y adultez?

A lo largo de la vida se puede hacer notar:

Tipos de TDAH: ¿cuáles existen y cómo se manifiestan?

El TDAH puede expresarse de distintas formas, según los rasgos que predominan en cada persona. No todos presentan hiperactividad, y cada perfil tiene sus propios desafíos y fortalezas
Comprender estas tipologías ayuda a identificar mejor las necesidades de apoyo y acompañamiento.

TDAH tipo inatento (o hipoactivo)

Al procesar la atención de forma no tradicional, las personas pueden tener dificultades para organizarse, seguir rutinas o mantener el foco por tiempos prolongados, especialmente en tareas que no les resultan estimulantes.
Es el menos disruptivo y, por tanto, menos visible para docentes o cuidadores. Algunas manifestaciones frecuentes:

  • Distracción ante estímulos externos o pensamientos propios.
  • Tendencia a olvidar tareas, materiales o compromisos.
  • Dificultad para priorizar actividades o mantener la motivación en tareas monótonas.

Frecuentemente confundido con:

  • Timidez, introversión o inmadurez.
  • Falta de motivación o “flojera”.
  • Estados depresivos leves (especialmente en niñas y adolescentes).

Tiene mayor subdiagnóstico en niñas y mujeres, quienes tienden a presentar este subtipo con mayor frecuencia.

La profesional psicóloga agrega que: “No es una cuestión de falta de voluntad o mala educación, sino que el cerebro de estas personas tiene procesos de interpretación de la realidad diferentes”. 

TDAH tipo hiperactivo-impulsivo

En este caso, predomina la necesidad de movimiento o acción, así como una menor tolerancia a la espera. Por lo que es más identificable en contextos educativos y sociales por su visibilidad.

Aunque su visibilidad es mayor durante la infancia, también puede estar presente en adolescentes y adultos con manifestaciones más sutiles. Suele aparecer más en varones.
Algunas manifestaciones comunes son:

  • Inquietud física o sensación constante de "estar en marcha".
  • Interrupciones frecuentes en conversaciones sin intención de molestar.
  • Impulsividad al tomar decisiones o dificultad para esperar turnos.

TDAH tipo combinado

Es la forma más habitual del TDAH, incluye rasgos tanto de inatención como de hiperactividad e impulsividad
La diversidad de expresiones en este perfil puede hacer que los desafíos sean más visibles, pero también que las estrategias de acompañamiento sean más específicas y adaptadas.

¿Cómo se diagnostica el TDAH?

El TDAH se diagnostica a través de una evaluación clínica completa, que considera cómo los síntomas afectan la vida diaria en distintos entornos. No existe una prueba única, y el proceso debe ser realizado por profesionales de salud mental.
El diagnóstico puede hacerse desde los 4 a 6 años, la profesional de la psicología menciona: “El diagnóstico puede realizarse desde la infancia temprana si los síntomas son consistentes, persistentes y afectan significativamente la vida diaria.” El proceso suele incluir:

  • Revisión de historial médico, familiar y escolar.
  • Entrevistas con cuidadores y docentes.
  • Evaluación según criterios del DSM-5 y uso de escalas estandarizadas.
  • Examen físico para descartar otras causas.
  • En adultos, los síntomas deben haberse iniciado en la infancia, aunque muchas veces pasaron desapercibidos. 

Tratamiento para el trastorno por déficit de atención

El tratamiento del TDAH varía según la edad, el entorno y las necesidades de cada persona. No se busca “corregir” a la persona, sino entregar apoyos que mejoren su bienestar, autonomía y calidad de vida. 

Lo más efectivo suele ser un enfoque integral, que combine herramientas psicológicas, apoyos educativos y, si es necesario, tratamiento médico.

Desde la neurodiversidad, se entiende que el TDAH no es una enfermedad, sino una forma distinta de procesar el mundo. Con el acompañamiento adecuado, muchas personas desarrollan estrategias propias, potencian sus fortalezas y alcanzan sus metas.

¿Cuándo se considera tratamiento farmacológico?

En algunos casos, especialmente cuando los síntomas impactan significativamente el día a día, puede recomendarse medicación, siempre supervisado por un médico.

Estas ayudan a regular funciones como la atención o el control impulsivo, pero no todas las personas con TDAH requieren fármacos.

La decisión debe ser tomada por un equipo de salud que puede incluir neurólogos, psicólogos, psiquiatras y otros especialistas, trabajando en conjunto con la persona y su entorno. El acompañamiento profesional cercano y los controles regulares son clave.

Terapias conductuales y acompañamiento psicológico

La psicoterapia, especialmente la cognitivo-conductual, entrega herramientas prácticas para organizarse, autorregularse y mejorar las relaciones personales o laborales.

  • En la infancia, también se trabaja con la familia y el colegio para construir entornos más comprensivos y estructurados. 
  • En adultos, se pueden abordar temas como la gestión del tiempo, el autocuidado y la autoestima. Incluir a la familia o pareja puede fortalecer el proceso de adaptación.

Las personas con TDAH pueden presentar altos niveles de creatividad, pensamiento no lineal y energía, aunque en contextos poco flexibles pueden experimentar frustración o incomprensión. La clave está en el acompañamiento respetuoso y en la adaptación del entorno, no en la ‘normalización’ de la persona.”, finaliza la psicóloga.

Neurología en RedSalud

En RedSalud, contamos con un equipo de especialistas en neurología, para pacientes adultos y pediátricos, capacitados para evaluar y acompañar casos de TDAH y otras condiciones del neurodesarrollo.

Pueden trabajar en conjunto a otros profesionales para una atención integral y adecuada.

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Nuestros médicos especializados en neurología pueden diagnosticar y trabajar junto a otros profesionales en casos de TDAH y otros relacionados.