Dormir mal una noche puede ser molesto, pero cuando se repite con frecuencia, puede afectar el trabajo, los estudios y la vida familiar.
En Chile, las cifras en relación con el insomnio son preocupantes, cerca del 27% de la población sufre de insomnio crónico. Y en personas mayores, quienes no tienen comorbilidades lo padecen en un 36%, quienes si tienen (4 o más condiciones médicas) esta cifra alcanza un 69%.
En RedSalud te explicamos qué es el insomnio, sus causas, síntomas, consecuencias y opciones de tratamiento.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo durante la noche o despertarse demasiado temprano sin poder volver a dormir. Por estas razones, se considera un trastorno del sueño
Puede ser ocasional, por estrés o cambios de rutina, o convertirse en insomnio crónico, afectando el ánimo, la concentración y la salud en general.
¿Cuáles son las causas del insomnio?
El insomnio puede aparecer por múltiples factores que a menudo se combinan. Conocer la causa específica es clave para mejorar el sueño y evitar que se vuelva crónico.
Estrés y ansiedad: Problemas laborales o familiares pueden alterar el descanso.
Hábitos de sueño inadecuados: Horarios irregulares, uso de pantallas o exceso de cafeína.
Problemas médicos: Dolor crónico, trastornos hormonales o apnea del sueño. Especialmente en personas mayores, trastornos cognitivos como la demencia o problemas de incontinencia urinaria.
Medicamentos: Algunos fármacos pueden tener como efecto secundario el insomnio.
Factores ambientales: Ruidos, luces o temperaturas extremas pueden dificultar conciliar el sueño.
Síntomas del insomnio
El insomnio se manifiesta de distintas formas, y sus síntomas más comunes reflejan cómo afecta el día a día:
- Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
- Sensación de cansancio durante el día.
- Problemas de concentración o irritabilidad.
- Despertar con frecuencia o muy temprano.
¿Cuáles son las consecuencias del insomnio?
Las consecuencias que puede tener el insomnio van más allá de solo cansancio, afecta: la memoria, el ánimo, la concentración, y en las personas mayores, mayor riesgo de caídas.
Si es crónico, puede ser un factor de riesgo de otras complicaciones de salud. En resumen, el insomnio provoca:
- Problemas de memoria y concentración.
- Bajo rendimiento laboral o académico.
- Cambios en el estado de ánimo e irritabilidad.
- Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Consecuencias a largo plazo del insomnio
Cuando el insomnio pasa a ser una constante en la vida, los efectos pueden ser más graves de lo que parece, aumentando el riesgo de:
Con respecto a la salud mental, puede provocar ansiedad, depresión y deterioro cognitivo, afectando la memoria y la concentración.
Asimismo, es un factor de riesgo de accidentes, disminuyendo la capacidad de respuesta.
Tipos de insomnio
El insomnio puede presentarse de diferentes maneras, y reconocer el tipo es útil para elegir el tratamiento más adecuado.
Insomnio Agudo
Aparece de forma temporal, generalmente relacionado con una situación puntual de estrés o cambio de rutina.
Suele resolverse cuando la causa desaparece, aunque podría requerir apoyo para evitar que se vuelva crónico.
Insomnio Crónico
Dura más de tres meses y ocurre al menos tres veces por semana.
Suele estar vinculado a trastornos de salud física o mental, y requiere un abordaje médico o terapéutico más completo.
Insomnio de Conciliación
Dificultad para quedarse dormido al inicio de la noche. Puede deberse al estrés, ansiedad, horarios irregulares o malos hábitos de sueño.
Suele generar cansancio desde las primeras horas de la mañana.
Insomnio de Mantenimiento
Ocurre cuando la persona logra dormir, pero despierta varias veces durante la noche y le cuesta volver a conciliar el sueño.
Puede estar asociado a problemas emocionales, enfermedades o dolor crónico.
¿Cuál es el tratamiento para el insomnio?
El abordaje del insomnio depende de sus causas y del tipo de alteración del sueño que presente cada persona. Algunas opciones incluyen:
¿Cómo es el abordaje médico del insomnio?
El tratamiento del insomnio suele requerir un enfoque integral, ya que sus causas pueden ser múltiples.
Por lo general, el primer paso es consultar a un médico general o médico de familia, quien puede llevar a cabo una evaluación inicial y descartar enfermedades subyacentes.
Si el problema persiste, puede derivar a un neurólogo o especialista en medicina del sueño, que evaluará la calidad del sueño mediante estudios como la polisomnografía.
En casos donde el insomnio esté relacionado con problemas emocionales, la intervención de un psicólogo clínico o psiquiatra es clave para abordar trastornos como la ansiedad o depresión.
Además, otros profesionales pueden apoyar el tratamiento, como nutricionistas (para revisar hábitos alimenticios), kinesiólogos o terapeutas ocupacionales (para técnicas de relajación).
Esta visión multidisciplinaria aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento.
¿Cómo prevenir el insomnio?
Prevenir el insomnio implica incorporar hábitos que favorezcan un sueño reparador. Algunas estrategias clave son:
Establecer horarios regulares de sueño: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
Higiene del sueño: mantener el dormitorio oscuro, silencioso y a una temperatura adecuada, usar la cama solo para dormir o descansar.
Limitar estimulantes: reducir el consumo de cafeína, alcohol y comidas pesadas en las horas previas al sueño.
Controlar el uso de pantallas: evitar celulares, computadoras o televisión al menos 30 minutos antes de dormir.
Mantener actividad física regular: el ejercicio ayuda a regular el sueño, pero debe evitarse justo antes de acostarse.
Manejo del estrés: practicar técnicas de relajación como meditación, respiración profunda y similares.
Adoptar estas medidas puede reducir significativamente los episodios de insomnio y mejorar la calidad del descanso a largo plazo.