Cefalea y bruxismo, ¿qué relación existe?

Hay estudios que muestran que los dolores de cabeza o cefalea podrían presentarse en cerca del 50% de la población. Se trata de un síntoma que se enmarca dentro de una enfermedad.

Por lo general, hablamos de cefalea cuando los pacientes refieren dolor que está desde arriba de la ceja hacia la zona posterior y lateral de la cabeza.

El dolor de cabeza no es algo normal, no obstante es uno de los síntomas más frecuentes entre la población.
Hay cefaleas que pueden encender las alarmas como por ejemplo:

• Dolor súbito e intenso.
• Asociado a convulsiones o fiebre.
• Asociado a déficit neurológico.
• Asociado a compromiso de conciencia.
• Cefalea que no ceden con analgésicos.
• Cefaleas en pacientes que no sufren en su vida cotidiana de dolores de cabeza

En este sentido hay que considerar que las migrañas (un tipo de cefalea) se caracterizan por la presencia de auras visuales, asociada a fotofobia y que pueden llegar a ser invalidantes.

Sí. La ansiedad, el estrés, los estados de ánimo alterados, son gatillantes importantes de los dolores de cabeza. De hecho, existe una comorbilidad de pacientes con migraña y cuadros depresivos.

Otro ejemplo, es que en el caso de las cefaleas tensionales también están asociadas a cuadros de estrés y ansiedad.

Hace años, cuando la Odontología no estaba tan avanzada, se creó un grupo en el que cabían todos los dolores faciales que no tenían como causa un origen odontológico, y se le llamaba bruxismo.

En cambio hoy, podemos decir que el bruxismo de sueño es un rechinamiento o apriete dentario, que no está asociado a dolor. Es, en general, una señal de alerta de una patología subyacente.

Los problemas articulares pueden manifestarse como dolor de la musculatura craneal, y por lo tanto ser considerados cefaleas.

El bruxismo a veces es una bandera de alerta de un trastorno del sueño, es decir, que lo que produjo el bruxismo además de provocar el apretamiento de dientes, provoca alteraciones de sueño. Ejemplo de esto pueden ser reflujo gastroesofágico, problemas respiratorios, entre otros.

Desde el punto de vista dental, el estrés o los estados tensionales pueden provocar la tensión de la musculatura y generar lo que se llama bruxismo diurno.

Además, el bruxismo de sueño puede provocar un sueño menos reparador y, por ende, la reducción de los umbrales de dolor.

Para determinar el mejor tratamiento es clave descubrir la causa del bruxismo, para tratar el origen del problema. Para eso, la recomendación es consultar con un especialista frente a dolores de cabeza o sospecha de bruxismo, ya sea un neurólogo, odontólogo u otro profesional.
En este contexto, es clave el trabajo multidisciplinario de especialistas para tratar en conjunto la patología.