¿Por qué hacerse exámenes y chequeos preventivos?

La idea es prevenir algunas enfermedades a partir de la detección temprana de ciertos factores de riesgo para su desarrollo, y en caso de padecer alguna enfermedad, tratarla de manera oportuna y evitar posibles complicaciones. 

Esto depende de diferentes aspectos como, por ejemplo, qué patología estoy buscando. Entre las más comunes podemos mencionar:

• Hipertensión arterial: la toma de presión en box se hace a partir de los 18 años, y su frecuencia depende de los factores de riesgo que presenta el paciente. Puede ser cada 12 meses o cada 3-5 años.

De esta manera, las personas entre 18 y 39 años sin factores de riesgo de hipertensión pueden controlarse cada 3-5 años. Los pacientes con factores de riesgo deben acudir a control una vez al año. Sobre los 40 años, el control debe ser cada 12 meses.

• Diabetes: se busca a la población sin factores de riesgo a partir de los 35 años. Si la evaluación sale normal puede hacerse cada tres años, siempre y cuando no aparezcan síntomas o sospechas en ese periodo.

La recomendación es tener un médico de cabecera, ya sea médico familiar o médico general que pueda entregar una atención completa al paciente. 
En este sentido, el rol de un médico de cabecera considera la promoción de salud a través de la educación de hábitos saludables; la detección precoz de enfermedades; el manejo de patologías crónicas más comunes (hipertensión, diabetes tipo 2); la coordinación del cuidado del paciente con otros profesionales de salud. 
La clave está en mantener el contacto y los controles con el médico de cabecera, independiente del tratamiento que pueda recibir el paciente en otras especialidades. 

Lo primero es agendar una cita para evaluación médica donde se revisarán sus antecedentes médicos personales y familiares, y se realizará un examen físico acorde. De acuerdo a cada paciente, se solicitarán los exámenes pertinentes. En caso de resultados normales, se planificará el seguimiento y abordaje de los factores de riesgo detectados.
Cabe señalar que los antecedentes familiares de eventos cardiovasculares (infarto al corazón, accidente cerebrovascular), diabetes, cáncer de mama, cáncer gástrico o cáncer de colon, son factores de riesgo para el desarrollo de estas patologías.
 

La idea es que las personas activas se hagan un chequeo predeportivo. Para esto, se recomienda evaluar si hay presencia de dolor torácico o cansancio durante la práctica deportiva,  si hay antecedentes de alguna patología cardiaca en la familia, o si el paciente padece de alguna patología al corazón. 
En estos casos, es importante acudir a una evaluación preparticipativa con el propósito de identificar anomalías que pudiesen provocar muerte súbita o una progresión de alguna patología. 
Esta evaluación incluye como screening básico una buena historia clínica de los antecedentes personales y familiares, si presenta algún tipo de síntoma cuando realiza actividad física (palpitaciones, disnea, dolor torácico, etc.) y un examen físico completo, con énfasis en el sistema cardiovascular.

La recomendación es hacerlo a partir de los 21 años en mujeres sexualmente activas y hasta los 65 años, aunque hayan dejado de tener actividad sexual. Esta edad de término es para aquellas mujeres que han tenido tamizaje adecuado (3 PAP consecutivos normales) o no tienen factores de riesgo de cáncer cervical.
 

De acuerdo a la edad, cantidad de cigarros que fuma y síntomas que tenga el paciente, se solicitan exámenes de la función pulmonar y además,  en ciertos grupos de personas, se solicita un scanner al tórax para buscar cáncer pulmonar.