Cada año, en agosto, se conmemora el Mes del Corazón, para promover hábitos saludables orientados a la prevención de enfermedades cardiovasculares, patologías que constituyen la primera causa de muerte a nivel nacional y mundial.
En este punto, podemos mencionar los factores de riesgo, que pueden ser no modificables, como el sexo, edad o antecedentes familiares; y los modificables, es decir, aquellos que podemos mejorar y controlar.
Para profundizar en aquellos factores de riesgo modificables y de qué manera podemos controlarlos y mejorarlos, te invitamos a revisar las respuestas de la Dra. María Francisca Inostroza, médico familiar; y de Kassandra Ibañez, enfermera.
¿Cuál es el impacto de las enfermedades cardiovasculares en Chile?
En nuestro país, el impacto de las enfermedades cardiovasculares es enorme, principalmente, por los estilos de vida y hábitos que llevamos.
De hecho, las enfermedades cardiovasculares corresponden a una de las principales patologías causantes de muerte. Además, tienen una alta prevalencia y pueden acarrear diferentes discapacidades que afectan la calidad de vida.
¿Cuáles son los factores de riesgo cardiovascular?
Los factores de riesgo son elementos o situaciones que dan mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad. En el caso de las patologías cardiovasculares podemos mencionar factores de riesgo modificables y no modificables.
Factores de riesgo No modificables
Sexo: más común en hombres.
Edad: más frecuentes en hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55.
Antecedentes clínicos: infarto agudo de miocardio previo, accidente cerebrovascular previo, enfermedad arterial periférica, etc.
Antecedentes hereditarios.
Factores de riesgo Modificables
- Tabaquismo
- Obesidad
- Hipertensión
- Sedentarismo
- Colesterol elevado
¿Cómo evitar un infarto al corazón?
Hay ocho claves que pueden ayudar a prevenir un infarto agudo al miocardio:
- Dieta balanceada
- No fumar
- Hacer actividad física
- Controlar presión arterial
- Controlar colesterol
- Peso saludable
- Sueño reparador
- Mantener niveles de glicemia (azúcar en sangre) normales.
¿Qué es la presión alta?
Es una condición en la que la presión de la sangre está elevada de manera constante, lo que puede dañar a diferentes órganos del cuerpo. En el caso del corazón, puede dañar las arterias, hasta el punto de generar un infarto. El problema es que es silenciosa, es decir, no da síntomas. Puedes encontrar más información en nuestro artículo Hipertensión Arterial: Causas, diagnóstico y tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas de presión baja?
En el caso de la hipotensión, algunos de los síntomas más frecuentes podemos mencionar mareos, desvanecimiento, taquicardia y sensación de frío.
Además, la presión baja también puede aumentar el riesgo de infarto, sobre todo en pacientes con cardiopatía, ya que hace que el corazón trabaje más.
¿Cómo mantener controlada la presión arterial?
Lo más importante es mantener controlados los niveles de presión arterial. Eso significa medirla con frecuencia.
La hipertensión es asintomática generalmente, no obstante hay señales que pueden ser indicio de presión elevada: dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, abombamiento de oídos, entre otros.
¿Cómo tomar la presión arterial?
La recomendación es tomar la presión arterial en el brazo, más que en la muñeca.
En este caso se recomienda que el paciente esté sentado, tranquilo, con los pies apoyados en el suelo, sin cruzarlos.
Otras recomendaciones para tomar la presión son:
- Tener la vejiga vacía.
- No haber tomado café.
- No haber fumado ni hecho ejercicio físico en la última media hora.
- Evitar hablar durante la medición.
Se recomienda tomar dos veces la presión y anotar el promedio.
¿Cómo interpretar los niveles de presión arterial?
La presión arterial está compuesta por dos números: presión sistólica (alta) y presión diastólica (baja).
Para interpretar sus niveles, hay que considerar que para la presión sistólica (alta) lo normal es entre 90 y 140. Mayor a ese rango, puede ser sospecha de hipertensión.
En el caso de la presión diastólica (baja), lo normal es entre 60 y 90. Mayor a ese rango, puede ser sospecha de hipertensión.
¿Cuáles son los síntomas de infarto?
Los síntomas clásicos son un dolor opresivo e intenso en el pecho, que puede irradiarse al hombro izquierdo y mandíbula, acompañado de sudoración, náuseas e incluso desmayos.
No obstante, no siempre ocurre así. En ocasiones el dolor se puede irradiar a la boca del estómago, asociado con sensación de ahogo.
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