El SIDA es una enfermedad infecciosa provocada por el virus de inmunodeficiencia humana, que de no ser tratada de manera oportuna puede llevar a una disminución de defensas del organismo.
La afección no se diferencia en sexualidad, los pacientes con SIDA pueden ser tanto mujeres y hombres homosexuales como heterosexuales. Tampoco hace diferencia por grupos sociales, nivel académico o económico.
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¿Qué es el SIDA?
El virus de inmunodeficiencia humana VIH es el responsable del síndrome de inmunodeficiencia adquirida SIDA.
Cuando una persona se infecta de VIH, el virus debilita el sistema inmunitario y el cuerpo tiene más riesgo de contraer infecciones.
La predisposición a cuadros infecciosos puede producirse incluso en pacientes con inmunidad moderadamente comprometida.
El VIH se transmite de modo sanguíneo, sexual o vertical (madre a hijo en el momento del embarazo parto y lactancia).
Con información necesaria, los pacientes con VIH /SIDA pueden tratar la enfermedad y sus síntomas pudiendo llevar una vida absolutamente normal.
"En Chile, la epidemia del VIH y SIDA ha tenido un alza de 45,7% de casos confirmados en los últimos 10 años. De acuerdo a las estimaciones, en el año 2021 el número de personas viviendo con VIH en Chile fue de 84.000, considerando todos los grupos de edad. Según sexo, se estimó que para el año 2021 las mujeres de 15 y más años fueron 13.000 (12.000 – 14.000), lo que significó una distribución porcentual de 84,3% hombres y 15,7% mujeres", da a conocer el doctor Miguel Valenzuela Arias, Director Médico de Clínica RedSalud Rancagua.
Factores de riesgo
Se deben considerar que el principal factor de riesgo que eleva la posibilidad de contagio del virus es tener relaciones sexuales sin preservativo. Otros factores de riesgo incluyen:
- Tener otras infecciones de transmisión sexual como herpes, sífilis, clamidiasis, gonorrea o vaginosis bacteriana.
- Compartir agujas, materiales inyectables contaminados o jeringas.
- Realizar procedimientos con cortes o perforaciones con instrumental contaminado.
- Cortes o pinchazos accidentales.
Pruebas y exámenes
Las pruebas del VIH, agrupadas en dos clases, son las siguientes:
Pruebas de detección: Los análisis de sangre y el exámen de líquidos de la boca, son dos pruebas comunes. En ellas se busca detectar anticuerpos contra el virus, el mismo virus o ambas cosas. Para las personas con comportamientos de riesgo, que tengan entre 15 y 65 años o estén embarazadas, se recomienda realizar la prueba de detección del VIH de manera regular.
Pruebas de seguimiento: Son pruebas que se realizan luego de tener una prueba de detección positiva. Las pruebas de seguimiento como el análisis de sangre, debe realizarse de manera periódica para verificar el conteo de células CD4. Las células CD4 son las células que atacan el virus de VIH, también conocidos como linfocitos T cooperadores o células T4, por lo que cuando el virus ataca el sistema inmunitario, éstas células disminuyen.
Otros exámenes que se realizan las personas contagiadas del virus, pueden ser:
- Prueba de resistencia, para saber si el virus tiene cambios genéticos que pueden resistir a los medicamentos utilizados en el tratamiento.
- Nivel de ARN o carga viral, para comprobar la cantidad de virus en la sangre, este es el principal examen de seguimiento de pacientes VIH en terapia, pues la indetectabilidad de CV determina el éxito terapéutico .
- Conteo sanguíneo completo, química y pruebas de orina.
- Examen de tuberculosis.
- Pruebas de infecciones de transmisión sexual.
- Papanicolaou para descartar cáncer de cuello uterino o de ano.
Diferencias entre VIH y SIDA
El VIH o virus de inmunodeficiencia humana, se refiere al virus y la infección que causa ese virus.
El SIDA es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, se trata de la fase más avanzada de la infección por VIH.
Síntomas y terapia
Los síntomas por infección aguda de VIH son similares a los de enfermedades virales e incluyen:
- Dolor de garganta.
- Fiebre.
- Dolor muscular.
- Dolor de cabeza.
- Sudoración nocturna.
- Úlceras bucales.
- Diarrea.
- Ganglios linfáticos inflamados.
Los pacientes con VIH pueden ser asintomáticos, aunque si el virus daña al sistema inmunitario (SIDA), pueden contraer infecciones por otros virus, bacterias u hongos.
También, los pacientes con SIDA tienen más riesgo de padecer cáncer, especialmente linfomas.
En ambos casos, los síntomas responden al tipo de infección particular y la parte del cuerpo que se encuentre infectada.
En infecciones pulmonares, comunes en pacientes con SIDA, los síntomas incluyen tos, fiebre y dificultad para respirar.
En infecciones intestinales, que también pueden aparecer en pacientes con SIDA, los síntomas suelen ser diarrea, vómitos, dolor abdominal, problemas para tragar, etc.
Otros síntomas en pacientes con infecciones por VIH o SIDA, comprende pérdida de peso, transpiraciones, erupciones, etc.
Respecto a la terapia, se utilizan medicamentos para controlar el virus y evitar complicaciones de la enfermedad.
Se trata de la terapia antirretroviral que consiste en la administración generalmente de 3 medicamentos que actúan en conjunto.
El enfoque del tratamiento es el que mayores posibilidades tiene de disminuir la cantidad de VIH en sangre.
Cada fármaco bloquea el virus de una forma distinta con el objetivo de evitar la creación de nuevas cepas o resistencias de VIH y maximizar la supresión del virus.
¿Cuáles son las 4 fases del VIH?
El VIH/ SIDA se puede dividir en 4 fases, desde que se contrae el virus hasta que se adquiere la enfermedad, que son:
FASE 1 INFECCIÓN: La primera fase corresponde a la infección con el virus VIH, en la que el sistema inmunológico responde al virus produciendo anticuerpos para mantener el virus bajo control. Durante esa etapa, el paciente puede presentar síntomas similares a los gripales, tales como dolor de garganta, de cabeza o fiebre.
FASE 2 ASINTOMÁTICO: La segunda etapa puede desarrollarse como un VIH asintomático, es decir, una enfermedad sin síntomas perceptibles. Puede ser una fase de larga duración (por años) dado que el sistema inmunológico se debilita de a poco.
FASE 3 SINTOMÁTICO: La tercera etapa se presenta con un VIH sintomático, donde el virus se ha propagado en el cuerpo y el sistema inmunológico se ha debilitado, provocando síntomas como fatiga, diarrea, pérdida de peso, úlceras en la boca, etc.
FASE 4 SIDA: La cuarta fase sucede cuando el virus ha evolucionado al síndrome de inmunodeficiencia adquirida o SIDA. El médico determinará esta etapa en base a una analítica de sangre, si los glóbulos blancos son bajos puede correr riesgo de vida por infecciones de rutina.
¿Cómo vivir con VIH?
Los pacientes con VIH pueden unirse a grupos de apoyo para intercambiar experiencias y poner problemas en común para reducir el estrés de la enfermedad crónica.
Con el tratamiento, la mayoría de los pacientes con el virus de VIH puede tener un vida normal y saludable.
Si bien los medicamentos no curan la infección, evitan que el virus aumente y contribuyen a la calidad de vida del paciente.
La medicación funciona si se administra a diario, para evitar que la carga viral se eleve y los CD4 disminuyan.
Para evitar la aparición de resistencia y que el tratamiento deje de funcionar, es importante tomar los medicamentos todos los días.
¿Cuándo consultar al médico?
Se debe acudir a la consulta médica ante la presencia de factores de riesgo en la infección por VIH o síntomas de SIDA.
Los resultados de la prueba de detección son privados y se revisan junto al profesional que ha indicado el estudio.
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