En días de calor aumenta el consumo de helados y bebidas frías, y con esto también la sensibilidad dental, esa molestia o dolor que dura unos pocos segundos, y que aparece en el momento exacto en que tus dientes entran en contacto con estos productos.
En términos simples, la hipersensibilidad dentinaria es un síntoma de origen multifactorial que se manifiesta como un dolor agudo, punzante y localizado, en respuesta a estímulos sobre la dentina expuesta. Corresponde a uno de los principales motivos de consulta odontológica.
“La hipersensibilidad dental se asocia con la pérdida de esmalte, fallas en la unión esmalte-cemento o debido a la presencia de recesiones gingivales. Se produce, principalmente, por la exposición de la dentina a nivel cervical (área del diente que debería estar recubierta por encía, pero está descubierta) y la permeabilidad de los túbulos dentinarios”, agrega el Dr. Iván Pinilla, jefe de especialidades odontológicas de RedSalud.
Factores de riesgo de hipersensibilidad dental
- Recesión gingival y Exposición dentinaria: exposición de la superficie de la raíz dentaria a nivel cervical (tejido gingival).
- Cepillado traumático: aplicación de fuerza o presión excesiva sobre las piezas durante el cepillado dental.
- Exposición a ácidos no bacterianos: los cristales de hidroxiapatita (componentes del esmalte y dentina dentaria) son altamente susceptibles a la desmineralización frente a ácidos, lo que provoca una disolución por capas; la zona más fina de esmalte dental a nivel cervical es la que primero desaparece. Esta exposición puede ser secundaria a una dieta ácida, drogas o fármacos.
Consejos prácticos para el día a día
- Evitar el cepillado inmediatamente después de la ingesta de alimentos ácidos; mejor esperar entre una y dos horas.
- Realizar enjuagues con agua potable fluorada para aumentar el pH y permitir la acción del flúor luego de su consumo.
