Prednisona, ¿para qué sirve?

Actualmente, la prednisona existe en comprimidos y jarabes para la administración vía oral. Hay prednisona de 5mg y prednisona de 20 mg. Eso sí, este medicamento solo puede ser adquirido bajo receta médica retenida.
 

“El médico debe indicar la dosis y el tipo de tratamiento; no obstante la recomendación habitual es tomar entre los 5 a 60 mg al día, según la condición de cada paciente y de la patología a tratar”, explica Marcela Palavecino, químico farmacéutico de Clínica RedSalud Vitacura.
 

Debido a que se toma vía oral, lo que afecta a todo el cuerpo y no solo a la zona a tratar, este medicamento podría provocar algunos efectos adversos, según la dosis. A mediano plazo, podría producir:

• Retención de líquidos, que se manifiesta con edema o hinchazón en las piernas.
• Aumento de la presión arterial
• Aumento de peso, con depósitos de grasa en el abdomen, la cara y la parte posterior del cuello
• Cambios emocionales: alteraciones de humor, de memoria y de comportamiento, hasta la confusión o delirio.
• Molestias estomacales.

Este medicamento se indica para diferentes patologías. Entre ellas podemos mencionar, desórdenes endocrinos, problemas respiratorios, enfermedades hematológicas (de la sangre); asi como también a pacientes con problemas oftalmológicos, reumáticos y dermatológicos. 

Además, también se indica como terapia de reemplazo en pacientes en los que las glándulas suprarrenales no producen la cantidad mínima de corticosteroides que el cuerpo necesita.
 

El uso crónico o por tiempo prolongado, puede producir: 

• Presión ocular elevada (glaucoma).
• Cataratas o nublamiento del cristalino en uno o ambos ojos.
• Una cara más redondeada o cara de luna llena.
• Aumento de la glucemia.
• Mayor riesgo de infecciones (por bacterias, virus y hongos).
• Osteoporosis.
• Supresión de la producción de corticosteroides por las glándulas suprarrenales, que se traduce en  fatiga intensa, pérdida del apetito, náuseas y debilidad muscular.
• Adelgazamiento de la piel.