Al igual que muchas especialidades que sugieren controles preventivos de salud, el área nutricional también recomienda controles periódicos para establecer el estado de salud de cada paciente en relación con sus hábitos alimenticios.
A continuación te invitamos a conocer los cuatro parámetros básicos para determinar el nivel nutricional del paciente y, con ello, el riesgo de desarrollar otras patologías.
Índice de masa corporal: el IMC permite establecer la relación entre peso y estatura y, a partir de ellos, diagnosticar el estado nutricional: bajo peso, normopeso, sobrepeso u obesidad.
Perímetro de cintura: este parámetro antropométrico permite evaluar, en forma rápida, el riesgo cardiometabólico del paciente, ya que a mayor grasa abdominal, mayor grasa visceral y mayor riesgo cardiometabólico.
Bioimpedanciometría corporal: este método nos permite medir el porcentaje de grasa corporal y de tejido no graso, para establecer la presencia de sarcopenia o muy baja masa muscular, o bien un elevado porcentaje de masa grasa.
Chequeos preventivos: en los controles de salud se pueden evaluar los niveles de glucosa, insulina, perfil lipídico, vitaminas, entre otros parámetros que nos ayudan a determinar el nivel de riesgo cardiovascular o la presencia de patologías como resistencia a la insulina, dislipidemia, anemia o déficit de vitaminas.
“La sugerencia es que la evaluación nutricional se realice una vez al año. No obstante, en el momento que el paciente note un pequeño aumento de peso, es recomendable una evaluación para prevenir un incremento mayor (que, a largo plazo, pueda transformarse en sobrepeso u obesidad)”, explica Alejandra Reyes, Nutricionista de la Clínica RedSalud Vitacura.
Cuida tu salud y nutrición, solicita tu diagnóstico anual con nuestros especialistas:
