Las estadísticas chilenas indican que, poco a poco, los hombres han tomado un rol más activo en el control de la natalidad. En 2014, 777 varones se sometieron a una vasectomía, cifra que en 2017 aumentó a 1763 pacientes, según datos oficiales.
Sin embargo, pese a que se ha instalado con fuerza entre las opciones anticonceptivas, es importante informarse acerca de lo que esta cirugía implica. A continuación, te presentamos los Sí y No de la vasectomía.
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Sí es un método anticonceptivo: la vasectomía se recomienda a hombres que no desean tener más hijos o que, simplemente, no quieren ser padres. A modo de comparación, esta cirugía equivale a la ligadura de trompas en las mujeres.
Sí requiere de métodos de apoyo: después de la vasectomía, el semen demora alrededor de 12 semanas en quedar libre de espermios. En este periodo, es clave el uso de otro método anticonceptivo para evitar un embarazo no deseado.
Sí es una cirugía ambulatoria: La vasectomía es el tratamiento quirúrgico de anticoncepción masculina que consiste en cortar y cerrar los conductos deferentes para interrumpir el flujo de espermatozoides desde los testículos hacia el semen. Es decir, el semen queda estéril, libre de gametos. El procedimiento demora alrededor de 30 minutos.
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No protege de las ETS: la vasectomía es un método anticonceptivo, su objetivo no es prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Para esto, según indica el Minsal, el preservativo es el método más eficaz, por lo que se promueve su uso en toda relación sexual.
No tiene impacto a nivel hormonal ni sexual: la vasectomía se realiza solo a nivel físico, es decir, no altera el sistema endocrino (hormonas) y, por ende, no cambia los hábitos ni el deseo sexual. Tampoco genera alteraciones a nivel de orgasmos ni de volumen de semen.
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Además, es parte de Cirugía en el Día, es decir que puedes recibir el alta médica el mismo día de la operación, si cumples con los criterios establecidos por el médico.
