progresión de un hígado con hepatitis C

Hepatitis C: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Desórdenes y Enfermedades

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Si bien existen diferentes tipos de hepatitis, la hepatitis C es una de las principales causas de hepatitis crónica a nivel mundial. 

La OMS estima que hay 50 millones de personas con infección crónica por el virus que la causa.

El 1 de octubre es el Día internacional de la hepatitis C y en RedSalud te contamos lo que tienes que saber sobre ella para poder identificarla, prevenirla y tratarla.

¿Qué es la hepatitis C?

La hepatitis C es una enfermedad hepática causada por el virus de la hepatitis C (VHC).

Inflama el tejido hepático, y si no se controla, puede provocarle un daño progresivo a este órgano. 

Algo que la diferencia de los demás tipos de hepatitis es que muchas personas pueden no presentar síntomas por años, lo que hace que su diagnóstico temprano sea un verdadero desafío.

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Evolución de la infección por hepatitis C

El contagio de VHC puede evolucionar de dos formas posibles, estas son:

Infección aguda

En muchos casos, no presenta síntomas, por lo que puede pasar desapercibida. Algunas personas logran eliminar el virus espontáneamente sin necesidad de tratamiento. 
Sin embargo, en un porcentaje significativo, la infección no desaparece y puede evolucionar hacia una forma crónica con el tiempo.

Infección crónica

Cuando el virus permanece en el organismo, ocurre en el 80% de los casos. De tal forma, con el pasar del tiempo puede provocar daño hepático, fibrosis, cirrosis o incluso cáncer de hígado si no hay un tratamiento adecuado.

Evolución del daño hepático por hepatitis C

¿Cómo se contagia la hepatitis C?

La principal forma de transmisión de esta hepatitis es el contacto directo con sangre infectada, pero no la única.

Situaciones de riesgo de contagio son:

  • Compartir agujas o jeringas para la inyección de sustancias.
  • Intervenciones quirúrgicas o médicas con instrumental no debidamente esterilizado (por ejemplo, transfusiones o diálisis, entre otros).
  • Realización de tatuajes o perforaciones con material no esterilizado.
  • Transmisión de madre a hijo durante el parto (menos frecuente).
  • Relaciones sexuales sin protección, aunque no es la forma más común de infección, es riesgoso si hay heridas o contacto por sangre.

Esto quiere decir que no se transmite por compartir alimentos y bebidas, ni por abrazos o estrechar la mano.

Síntomas de la hepatitis C

Los síntomas se diferencian de si la infección es aguda o si ha pasado a ser crónica con daño hepático.

Síntomas de hepatitis C aguda

A pesar de que la gran mayoría de las personas son asintomáticas, se podría presentar en algunos casos:

  • Fatiga
  • Orina oscura
  • Ictericia (piel y ojos amarillentos)
  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Dolor muscular
  • Fiebre leve

Estos síntomas podrían presentarse entre 2 y 12 semanas luego de la exposición al virus, pudiendo hacerlo incluso a los 6 meses.

Síntomas de hepatitis C crónica

A medida que va provocando daño hepático, aunque también puede ser asintomática, podría presentarse manifestando:

  • Sangrado gastrointestinal
  • Cansancio permanente
  • Hinchazón abdominal (ascitis)
  • Pérdida de peso sin causa aparente
  • Hematomas que se provocan fácilmente
  • Confusión, somnolencia
  • Ictericia prolongada

¿Cómo se diagnostica la hepatitis C?

El proceso de diagnóstico, vital para evitar complicaciones, incluye:

Prueba de anticuerpos contra el virus VHC

De ser positiva la prueba de anticuerpos, se realiza una prueba de ARN del virus, que mide la carga viral y determina si la infección está activa.

Para evaluar el daño hepático se utilizan pruebas de imágenes

Como la elastografía, o en algunos casos biopsias hepáticas. La ecografía también puede tener un rol debido a su mayor accesibilidad. 

Tratamiento para la hepatitis C

Gracias a los avances científicos, la hepatitis C es una enfermedad curable en una gran mayoría de los casos.

Esto es gracias a los antivirales de acción directa (AAD), los que logran eliminar el virus en la gran mayoría de los pacientes, incluso con infección crónica.

El tratamiento es siempre indicado y supervisado por un equipo médico, permite prevenir mayores complicaciones como la cirrosis, la insuficiencia hepática y el cáncer de hígado.

¿Cómo prevenir la hepatitis C?

La prevención es clave para evitar el contagio de esta enfermedad, que en muchos casos es asintomática hasta que las consecuencias son más graves.

A diferencia de la Hepatitis A y Hepatitis B, hasta el momento no existe una vacuna eficaz contra ella.

Algunas precauciones importantes:

  • No compartir agujas ni ningún tipo de instrumental para la inyección de sustancias. 
  • Asegúrate de realizar procedimientos médicos, dentales, tatuajes o perforaciones en lugares autorizados y con material debidamente esterilizado.
  • No compartas objetos de uso personal que pudiesen entrar en contacto con sangre como rasuradoras o cepillos de dientes.
  • Protégete con preservativo al tener relaciones sexuales.

Si tú o un cercano sospechan de hepatitis C, ya sea por sintomatología o por haberse expuesto a factores de riesgo, no esperes, es importante realizar un diagnóstico temprano, previniendo el avance de la enfermedad, comprometiendo tu calidad de vida a largo plazo.

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Nuestros médicos pueden orientarte con el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C. Atención Fonasa e Isapre.