Si bien muchas personas asocian las ecografías femeninas a los exámenes de imágenes que se realizan durante el embarazo, lo cierto es que estas corresponden a ecografías obstétricas, orientadas exclusivamente al periodo de gestación.
Sin embargo, la salud femenina se extiende más allá de los nueve meses de embarazo, y es clave mantenerla controlada a través de chequeos ginecológicos frecuentes y exámenes de imágenes.
“Actualmente, la ecografía ginecológica se considera, muchas veces, como una extensión del examen físico de la mujer, ya que permite visualizar y evaluar el estado de la vagina, el útero, los ovarios, las trompas de falopio, la vejiga, la uretra y la cavidad pelviana”, comenta el doctor Rodolfo Guiñez, ginecólogo de Clínica RedSalud Providencia.
La ecografía ginecológica es un examen o procedimiento no invasivo, que mediante ondas de ultrasonido permite evaluar los genitales femeninos internos. Este estudio no usa radiación ionizante (rayos X) ni medios de contraste, por lo que no tiene contraindicaciones ni riesgos asociados.
Tipos de ecografía ginecológica:
¿Cuándo se indica la ecografía ginecológica?
“Las indicaciones para este examen son múltiples: chequeo de rutina, urgencia ginecológica, evaluación de infancia y adolescencia, evaluación del piso pélvico, control de la menopausia, control de patología, control pre y post operatorio, malformaciones uterinas y control pre y post inserción de dispositivos intrauterinos”, explica el doctor Guiñez.
Otra de sus funciones es detectar o levantar sospecha de patologías benignas (adenomiosis, miomas, pólipos, quistes ováricos, entre otros) y malignas (cáncer de endometrio, cáncer de ovario, sarcoma uterino, y otros), antes de que presenten síntomas.
“Se recomienda este examen de manera rutinaria, ya que un diagnóstico precoz determina un manejo oportuno de cualquier patología, lo que puede cambiar la evolución y pronóstico de esta”, agrega el especialista de Clínica RedSalud Providencia.
Preparación de la ecografía ginecológica:
Por lo general, no requiere preparación especial, incluso se puede realizar en periodo menstrual cuando es necesario.
La única que requiere una preparación previa es la ecografía ginecológica transabdominal, ya que es necesario tener la vejiga llena. Para esto, se recomienda beber entre 1 y 1,5 litros de agua antes del examen y no orinar hasta después de este.
