La actividad física, la exposición a altas temperaturas y la salud emocional, son condiciones que podrían aumentar la frecuencia cardiaca o, en palabras simples, acelerar el corazón.
En los adultos, la frecuencia cardiaca normal varía entre los 60 y 100 latidos por minutos, en estado de reposo. Bajo 60, se puede hablar de bradicardia (arritmia lenta), y sobre 100, de taquicardia (arritmia rápida).
No obstante, ambos cuadros también se asocian a otros síntomas, propios de una alteración cardiaca.
Síntomas de bradicardia o corazón lento:
- Pulso lento
- Mareos
- Fatiga
- Desmayos o pérdida de conciencia
- Falta de aire
Síntomas de taquicardia o corazón acelerado:
- Pulso rápido
- Pulso intenso
Cualquiera sea el caso, si estos síntomas se presentan con cierta frecuencia, es importante averiguar por qué y cuándo ocurren. Para determinarlo, hay un examen mínimamente invasivo e indoloro que permite registrar la actividad eléctrica del corazón durante un periodo de tiempo determinado.
Se trata del holter de arritmia, estudio que, a través de unos electrodos instalados en el tórax del paciente y conectados a un sistema de grabación portátil, registra la actividad eléctrica del corazón durante 24 horas.
Durante ese periodo, el paciente debe registrar todas sus actividades diarias, así como cualquier cambio en su ritmo cardíaco, con hora exacta.
Consideraciones para el uso del holter de arritmia:
- Los hombres deben recortar el vello del tórax, previo a la instalación de electrodos.
- Los electrodos pueden ocultarse debajo de la ropa.
- No se puede sacar el dispositivo, ni siquiera para dormir.
- Evitar duchas y uso de cremas.
- No usar joyas en el cuello.
- No manipular la máquina.
- Indicar medicamentos de uso frecuente antes de la instalación del aparato.
- Los pacientes con tratamiento anticoagulante deben presentar carnet de TACO. Tampoco pueden suspender sus medicamentos sin la previa autorización del médico tratante.
Si tienes indicación médica para este examen, 
