Luxofractura de tobillo
En RedSalud contamos con médicos traumatólogos subespecialistas en patología de tobillo y pie, expertos en el diagnóstico y tratamiento de luxofracturas de tobillo, entregándote soluciones para el manejo inmediato del dolor, posterior cirugía y rehabilitación.
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¿Qué es la luxofractura de tobillo?
La luxofractura de tobillo es una lesión traumática compleja que implica una fractura de uno o más de los huesos del tobillo, así como la inestabilidad de dicha articulación, lo que impide la marcha y conlleva la posibilidad de desarrollar artrosis del tobillo a largo plazo.
Pese a ser una lesión frecuente, requiere de un manejo quirúrgico muy preciso para evitar las secuelas que son de común ocurrencia en los casos manejados inadecuadamente.
Pese a su complejidad y gravedad, si es manejada adecuadamente y con apoyo kinesiológico posterior, su pronóstico es excelente en la gran mayoría de los casos.
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¿Por qué puede ocurrir una luxofractura de tobillo?
Una luxofractura de tobillo puede ocurrir por diferentes razones, en su mayoría asociadas a movimientos o golpes bruscos e intensos, así como movimientos forzados de la articulación, llevándola más allá de sus límites naturales.
Algunas de estas situaciones pueden ser:
- Caídas desde altura: el impacto que genera una caída puede fracturar los huesos que lo componen y desplazar el tobillo.
- Accidentes de tránsito: choques o atropellos generan impactos de alta energía que pueden afectar considerablemente la articulación.
- Lesiones deportivas: especialmente en deportes de contacto o que impliquen cambios bruscos de dirección (fútbol, básquetbol, esquí).
- Torsiones severas con el pie fijo: al girar el pie con fuerza mientras este sostiene el cuerpo. Este mecanismo, que es de los más frecuentes, suele involucrar lesiones ligamentarias además de las lesiones óseas mencionadas.
- Fragilidad ósea: en especial si se tiene osteoporosis u otras condiciones que debilitan los huesos. En estos casos, incluso un traumatismo menor puede desencadenar una lesión de este tipo.
Síntomas y señales de luxofractura de tobillo
Los síntomas y signos más frecuentes de esta lesión son:
- Dolor intenso e inmediato, que aumenta al mover o al apoyar el pie.
- Imposibilidad de caminar o de apoyar el peso corporal en el tobillo afectado.
- Deformidad evidente, al perder su alineación y su estabilidad.
- Inflamación, que se produce rápidamente y con gran aumento de volumen.
- Hematomas y cambios en la coloración de la piel de la zona por la hemorragia que siempre acompaña a las fracturas.
- Mayor sensibilidad local al tacto, si es que hay estructuras nerviosas involucradas.
Estos síntomas suelen aparecer de manera inmediata tras el traumatismo y requieren atención médica de urgencia para evitar complicaciones y favorecer su recuperación.
¿Qué implica esta luxofractura?
La luxofractura del tobillo compromete la movilidad, alineación y estabilidad de esta articulación.
Todo esto implica fuerte dolor, incapacidad inmediata para apoyar el pie y un período de recuperación más extenso en comparación con fracturas comunes.
Por el daño en ligamentos y tejidos blandos, necesita de un manejo médico complejo, donde una cirugía restituye la función normal del tobillo.
¿Qué puede pasar si no se recibe tratamiento por luxofractura?
Si no se trata una luxofractura de tobillo pueden generarse secuelas graves que comprometen la calidad de vida del paciente.
Al estar los huesos fracturados y la articulación desplazada, hay alto riesgo de deformidades permanentes, al igual que dolor crónico y limitación en la movilidad.
También puede comprometerse la circulación y los nervios presentes en la zona en forma aguda, complicando los tejidos blandos.
Ello suele requerir de un manejo de urgencia en el que se restablezca el alineamiento, mediante una reducción ortopédica y la estabilidad transitoria mediante algún tipo de bota de yeso o plástica con velcros.
Por eso, la atención médica oportuna es fundamental para evitar secuelas y recuperar la funcionalidad.
Cirugía de luxofractura de tobillo
La cirugía de luxofractura de tobillo es la solución más indicada y frecuente para la mayoría de estas lesiones y hace posible recuperar tanto el alineamiento como la estabilidad de la articulación.
¿En qué consiste esta cirugía de tobillo?
La cirugía para luxofracura de tobillo se conoce como Reducción Abierta y Fijación Interna (RAFI), que se realiza utilizando placas, tornillos y algunos otros dispositivos que dependerán del tipo de lesión de cada paciente.
Si la lesión presenta un daño muy considerable o es expuesta, podría necesitar de fijadores externos temporales hasta que los tejidos se recuperen y se pueda realizar la cirugía definitiva.
Este procedimiento permitirá recuperar la movilidad, la calidad de vida y evitar secuelas futuras.
Postoperatorio y recuperación de la movilidad del tobillo
Tras la operación, el tobillo debe permanecer protegido con bota ortopédica y el pie no debe apoyarse en el suelo durante las primeras semanas, por lo que el paciente necesitará usar bastones, burritos o bien scooter ortopédico.
El proceso de rehabilitación con kinesiología comienza entre la segunda y cuarta semana, dependiendo de la evolución y la indicación médica.
Este trabajo progresivo busca recuperar la movilidad del tobillo, y más adelante, la fuerza muscular y la estabilidad necesarias para volver a caminar con normalidad.
¿Cuánto tarda en sanar una luxofractura de tobillo?
El tiempo de recuperación depende de la gravedad de esta lesión y de la envergadura de la cirugía realizada.
Si las sesiones de kinesiología y controles médicos se siguen según indicación profesional, en promedio puede extenderse entre 3 y 6 meses.
En casos muy complejos puede demorar hasta 1 año.
¿Hay secuelas luego de esta operación de tobillo?
Cuando la cirugía y tratamiento se realizan de forma adecuada, la probabilidad de secuelas disminuye notablemente.
No obstante, algunos pacientes pueden mantener una ligera rigidez o molestias ocasionales en su tobillo.
En casos muy complejos, a largo plazo podría presentarse tendencia al desgaste articular (artrosis post traumática) o inestabilidad, aunque son mucho menos frecuentes si hubo una cirugía y una rehabilitación adecuadas.