La enfermedad de los mineros es una afección respiratoria causada por la exposición al polvo respirable que se encuentra suspendido en el aire.
Se trata de la enfermedad llamada neumoconiosis provocada por el ingreso de partículas finas de polvo al tejido pulmonar.
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¿Cuál es la enfermedad de los mineros?
La enfermedad de los mineros o neumoconiosis de los mineros del carbón (NMC) es una enfermedad pulmonar causada por la inhalación constante del polvo del carbón mineral, grafito o carbón artificial.
Existen dos tipos de neumoconiosis que afectan a los mineros, la neumoconiosis de mineros del carbón y la silicosis.
La neumoconiosis o también denominada enfermedad del pulmón negro, afecta a las personas que trabajan en la mina del carbón.
La silicosis puede afectar a personas que trabajan en la mina y en la excavación, que incluye las minas del carbón.
La afección puede verse complicada con otras patologías como las producidas por exposición al gas de escape de motores diésel o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Las graves consecuencias de la enfermedad para la salud incluyen la disfunción, la discapacidad o la muerte prematura.
La prevención y el control de exposición al polvo respirable del carbón es la mejor forma de enfrentar la enfermedad.
Causas de la neumoconiosis
La principal causa de la neumoconiosis es la inhalación de manera continua del polvo del carbón, formado por diminutas partículas.
Las partículas de polvo de carbón ingresan a los pulmones y se adentran en los alvéolos, pequeñas unidades pulmonares en donde se intercambian los gases.
Cuando las partículas se acumulan en los pulmones y el organismo no puede eliminarlas, se genera una inflamación y una formación de tejido cicatricial.
Los trabajadores mineros pueden no tener síntomas, dado que la acumulación de polvo y la formación de tejido cicatricial puede ser silenciosa durante años.
¿Cuáles son los principales síntomas?
Los síntomas de la enfermedad son variables según grado de afectación, algunos pacientes pueden no desarrollar síntomas hasta una afección importante en la función respiratoria.
Sin embargo, muchos pacientes con neumoconiosis suelen presentar los siguientes síntomas:
- Tos crónica, que puede ser seca o productiva, según el tipo de neumoconiosis.
- Dificultad respiratoria progresiva.
- Fatiga por esfuerzo o cuando la enfermedad es complicada, se presenta también en reposo del paciente.
- Tos con esputo negro.
En las formas subagudas de la enfermedad, se puede producir un deterioro rápido de la función respiratoria y generar mayor riesgo hacia otras enfermedades.
Complicaciones
Las complicaciones de la neumoconiosis dependen del tiempo en que los pacientes han estado en contacto con el polvo de carbón, siendo la mayoría de ellos mayores de 50 años.
Entre las principales complicaciones se incluyen:
- Insuficiencia respiratoria.
- Bronquitis crónica.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Cor pulmonale o insuficiencia del lado derecho del corazón.
Si bien el tabaquismo no aumenta el riesgo de padecer la enfermedad, puede tener un efecto dañino añadido en los pulmones.
¿Cuándo consultar a un profesional?
Se debe consultar al médico de inmediato ante síntomas de fiebre, tos y señales de infección pulmonar.
Además se debe asistir a la consulta si se sospecha de influenza, dado que las infecciones deben tratarse de inmediato para evitar problemas respiratorios graves.
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¿Cuáles son los exámenes de detección?
La detección comienza con un análisis exhaustivo del profesional médico, respecto a la ocupación laboral del paciente.
De acuerdo a su historia laboral, el médico puede establecer la relación causa y efecto de la enfermedad.
Además puede indagar en detalles respecto al tiempo de exposición del paciente al polvo de carbón y su intensidad.
Con la historia de exposición y con la exploración física del paciente, el médico lleva la sospecha clínica para estimar el diagnóstico.
A partir de la misma, solicita una serie de pruebas o exámenes de detección, que incluyen los siguientes estudios por imágenes:
- Radiografías de tórax: por lo general es la prueba que establece la sospecha diagnóstica en la enfermedad de neumoconiosis.
- Tomografía computarizada de alta resolución: es otra de los exámenes habituales que el médico indica para evaluar las lesiones pulmonares pleurales, así como la extensión de afección y si existe enfisema asociado.
- Gammagrafía con galio 67: puede ser útil para evaluar la actividad de la enfermedad.
- Otras pruebas: tales como las gasometrías arteriales, estudios de función respiratoria, valoraciones del gradiente de difusión de oxígeno, etc.
Los exámenes junto al análisis de la historia laboral y el nivel de exposición al polvo de carbón pueden ser suficientes para diagnosticar la enfermedad.
¿Cómo es el tratamiento para la enfermedad?
El tratamiento para la neumoconiosis varía según la gravedad de los síntomas, incluyendo:
- Rehabilitación muscular para practicar formas de respirar mejor.
- Medicación para mantener las vías respiratorias abiertas y reducir la mucosidad.
- Evitar la exposición al polvo del carbón.
- Oxigenoterapia.
Sin embargo, es recomendable evitar la exposición posterior al polvo para no provocar complicaciones de salud.
En algunas neumoconiosis provocadas por polvos orgánicos, los pacientes pueden responder bien a tratamientos con corticoides.
Expectativas
La neumoconiosis se presenta en dos formas, simple y complicada, también denominada fibrosis masiva progresiva o FMP.
Generalmente el desenlace clínico en la forma simple de la afección es bueno y pocas veces produce incapacidad o muerte.
En la forma complicada causa dificultad para respirar, pudiendo empeorar sus síntomas con el paso del tiempo.
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