Si no sabes que es la anemia, acá puedes enterarte de lo que implica, sus causas posibles y tratamiento.
¿Qué es la anemia?
La anemia se define por la cantidad o concentración de hemoglobina (Hb) en la sangre, que es la proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y es la encargada de transportar el oxígeno. De esta manera:
“existe anemia cuando la Hb es inferior a 12 gr/dl en las mujeres y a 13,5 gr/dl en los hombres. Para los niños y recién nacidos, se manejan distintos valores de hemoglobina para definir la presencia de anemia”, explica el Dr. Gastón Figueroa, hematólogo de la Clínica RedSalud Santiago.
Síntomas de anemia
Si bien esta enfermedad se manifiesta con diferentes síntomas, según su grado de severidad y su origen, los más frecuentes son:
- Cansancio (menos tolerancia al ejercicio)
- Menor capacidad de concentración
- Aumento en la frecuencia cardiaca (taquicardia)
- Palidez
“En pacientes de edad avanzada o con patología crónicas como insuficiencia cardiaca o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, estos síntomas pueden ser más intensos e, incluso, derivar en descompensaciones”, agrega el especialista.
tipos de anemia
Los glóbulos rojos se originan en la médula ósea, ubicada en el interior de nuestros huesos, mediante un proceso llamado eritropoyesis. Para que esto ocurra es necesaria la presencia de hierro (sintetiza la hemoglobina), vitamina B12 y ácido fólico.
En este escenario, la anemia se puede producir por tres mecanismos:
a) Producción insuficiente de glóbulos rojos
b) Porque se destruyen antes de tiempo (hemólisis)
c) Porque se pierden (hemorragias).
- Deficiencia de hierro. “Es la causa más frecuente. La anemia por deficiencia de hierro (anemia ferropénica) es un problema que afecta a casi un 30% de la población mundial; es frecuente en niños y en mujeres embarazadas o en edad fértil”, agrega el doctor Figueroa.
- Otra causa es la deficiencia de vitamina B12. Esto ocurre cuando existen enfermedades digestivas o cirugías que afectan la absorción de la vitamina B12 por parte del tubo digestivo.
- “La anemia también puede ser manifestación de una enfermedad de la médula ósea, como anemia aplástica (destrucción inmunológica de la médula ósea) o una neoplasia hematológica (leucemia, linfoma, mieloma, etc)”, agrega el hematólogo de Clínica RedSalud Santiago.
¿Cómo se diagnostica la anemia?
Una vez que se ha determinado la presencia de anemia según la concentración de hemoglobina (Hb <12gr/dl en mujeres y < 13,5gr/dl en hombres) el estudio está dirigido a determinar la causa de la anemia e identificar si existe alguna otra enfermedad relacionada. Para eso, el médico realiza un examen físico y levanta una completa historia clínica. Asimismo, solicita exámenes para evaluar con mayor precisión el origen de la anemia: estudios de hierro, niveles de vitamina B12, indicadores de destrucción de glóbulos rojos (hemólisis), estudio de tubo digestivo (endoscopia).
En casos de sospecha de enfermedades de médula ósea, el hematólogo debe realizar un estudio con biopsia de la médula y otros exámenes específicos. Es importante recalcar que el hallazgo de anemia, aunque sea muy leve, debe motivar un estudio diagnóstico, pues puede ser la primera manifestación de una patología más grave.
Tratamientos para la anemia
El tratamiento de la anemia depende de su causa. Por ejemplo, las anemias carenciales, por déficit de hierro, vitamina B12 o ácido fólico, requieren una terapia de reposición.
El tratamiento de reposición de hierro puede realizarse en forma oral o en forma endovenosa.
- El tratamiento oral es una forma simple de reponer hierro, sin embargo, está asociado a efectos adversos, especialmente digestivos (dolor abdominal y constipación)”, explica el doctor Figueroa.
- Y agrega que, “la llegada de nuevas formulaciones de hierro endovenosos, con un muy buen perfil de seguridad y facilidad de administración ha posicionado a la ferroterapia endovenosa como una excelente opción de tratamiento en casi todas las situaciones clínicas, muy en especial en las cuales el tratamiento oral es poco eficaz o mal tolerado”.
En estos casos, además de un tratamiento orientado a reponer el factor, es importante identificar el origen del problema. Por ejemplo, las mujeres con anemia ferropénica producto de una hemorragia menstrual anormal, deben focalizar su tratamiento ginecológico en esa dimensión.
En el caso de la anemia hemolítica por causa autoinmune, el tratamiento se basa en drogas inmunosupresoras, en forma similar a otras enfermedades autoinmunes. Pero, si la anemia es manifestación de una enfermedad de la médula ósea (oncológica o no-oncológica) el tratamiento es la correspondiente a la enfermedad de base.
FACTORES DE RIESGO DE ANEMIA
- Embarazo, parto y lactancia. La deficiencia de hierro es frecuente en estas etapas.
- Edad avanzada.
- Patologías de base como enfermedad gastrointestinal, insuficiencia cardiaca y cáncer.
- Cirugía bariátrica. Los pacientes que se someten a una manga gástrica o bypass gástrico deben permanecer en monitoreo permanente de sus niveles de hierro, ya que la intervención afecta la capacidad del intestino de absorber este mineral.