Alergia primaveral: ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?

A partir de septiembre, mes de la primavera, muchas personas pueden sufrir alergia por exposición a determinadas flores o árboles.

Este tipo de alergia, llamada Alergia primaveral, resulta común a nivel global según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En RedSalud te contamos lo que debes saber sobre la alergia en primavera, qué es y cuáles son sus principales síntomas.

¿Qué es la alergia primaveral?

La alergia primaveral, también llamada alergia al polen, rinitis alergica, polinosis o fiebre del heno, es una patología muy común.

Esta alergia se presenta principalmente en primavera, aunque puede aparecer en todas las épocas del año, según cada uno de los factores desencadenantes.

De hecho, muchas personas pueden tener síntomas durante todo el año si son alérgicas a distintos tipos de polen.

También las esporas de moho, o acaros pueden ocasionar problemas de alergia de manera estacional o durante todo el año.

Las alergias primaverales se desarrollan con más frecuencia en ambientes urbanos por la contaminación atmosférica que favorece su efecto.

Mientras que sus síntomas son variados y afectan a distintas partes del cuerpo como nariz, ojos, garganta y pulmones.

¿Cuáles son los síntomas de las alergias primaverales?

Los principales síntomas de la alergia al polen o alergia primaveral, son los siguientes:

• Congestión nasal.
• Epifora (Lagrimeo).
• Conjuntivitis alergica..
• Estornudos.
• Tos reactiva
• Sibilancias (paciente asmatico).
• Rinorrea
• Erupciones cutáneas. 

• Dificultad para respirar (casos mas agudos)

Causas de la alergia primaveral

La alergia primaveral se presenta cuando el sistema inmunológico de una persona identifica a determinadas proteínas como cuerpos extraños o gérmenes.

Dichas proteínas, llamadas alérgenos, son experimentadas por el cuerpo provocando una reacción alérgica y el sistema inmunológico crea los anticuerpos.

En este proceso, denominado sensibilización, el cuerpo se prepara para un ataque de alergia en la próxima experiencia con alérgenos.

De esa forma las células liberan histaminas, sustancias químicas que causan los síntomas de la alergia, como tos, estornudos y erupciones cutáneas.

Entre los alérgenos primaverales más comunes se encuentra el polen de los árboles y del césped, los insectos, los ácaros del polvo y las esporas de moho.

Diagnóstico 

Para diagnosticar la alergia primaveral el especialista evaluará los síntomas y puede solicitar la realización de estudios complementarios.

Los exámenes que suele indicar intentan evidenciar el tipo de alérgeno que sensibiliza al paciente.

Entre los estudios posibles se encuentra el análisis de sangre in vitro o test cutáneo in vivo, según decisión médica.

Luego el profesional relacionará los resultados de los análisis con la clínica del paciente, para saber si existe causalidad en la sensibilización.

También puede requerir estudios por imágenes y otros análisis para conocer sobre la función respiratoria.

¿Cuál es el tratamiento para las alergias de primavera?

El tratamiento para la alergia de primavera consiste en evitar el contacto con el alérgeno, en la medida de lo posible.

Además el médico puede sugerir medicamentos para tratar los síntomas alérgicos, que suelen ser antihistamínicos o corticoides inhalados.

En algunas ocasiones, el profesional puede prescribir inmunoterapia alergénica, para reducir los síntomas y la utilización de medicamentos.

Prevención de la alergia primaveral

Los pacientes alérgicos deben realizar consultas frecuentes con inmunólogos para obtener el tratamiento más adecuado durante las distintas estaciones del año.

Además, otras medidas de prevención de la alergia primaveral pueden ser:

• Evitar salir entre las 5 y las 10 de la mañana, y entre las 7 y las 10 de la noche, dado que hay más polinización.
• Utilizar anteojos de sol y mascarilla de nariz, en la medida de lo posible.
• Tener las ventanillas del auto elevadas durante los viajes de día.
• No salir los días de viento y en horarios de polinización de pastos y árboles.
• Evitar cortar el pasto y/o sentarse encima de él.
• No secar la ropa al aire libre para evitar que el polen se adhiera.
• Mantener cerradas las ventanas de la casa los días de mayor recuento de polen.
• Renovar el aire de la casa cada 10 minutos luego de la caída del sol para expulsar el polen en el ambiente.
• Dejar los zapatos en la entrada de la casa al ingresar y cambiar de ropa.
• Realizar una limpieza profunda, al menos, una vez por semana.
• Colocar filtro para polén en el aire acondicionado del auto.
• Evitar salidas al campo, parques, jardines o zonas de abundante vegetación sin consentimiento médico.

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