Qué sabemos de la Esclerosis Múltiple

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Esta enfermedad, más común en la población entre los 20 y 30 años, afecta a más de 2,3 millones de personas en el mundo. Aquí te contamos sus principales implicancias.

Se estima que la Esclerosis Múltiple (EM), afecta a entre 12 a 14 casos por cada 100.000 habitantes en Chile. A nivel mundial, 2,3 millones de personas en el mundo padecen esta enfermedad neurológica, cuya prevalencia es mayor en las personas que tienen entre 20 y 30 años.

La Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, de tipo desmielinizante que tiene carácter autoinmune y una lenta evolución, lo que provoca que las neuronas pierdan comunicación entre ellas y se genere una discapacidad.

Según detalla el especialista, “en su forma más frecuente puede producir síntomas episódicos, llamados brotes de la enfermedad, que mejoran total o parcialmente y que tienden a repetirse, como la hipoestesia o disminución de sensibilidad, la reducción de agudeza visual y dolor ocular unilateral, la visión doble, la dificultad para moverse, la falta de equilibrio y el temblor, entre otros signos.

Factores de riesgo

Pese a estudios e investigaciones, aún no está claro por qué se adquiere la enfermedad. Se ha logrado demostrar que para que se desencadene la patología, tiene que haber una conjunción entre factores genéticos y ambientales.

Factores ambientales relacionados a la EM son el tabaquismo, la ingesta de sal, la obesidad, la mononucleosis infecciosa y niveles bajos de vitamina D. Los pacientes nórdicos tendrían mayor riesgo, esto por la poca exposición a la radiación solar, mientras que los pacientes que viven cerca de la línea del Ecuador tienen menos riesgo.

Tratamientos

Si bien es una enfermedad crónica, la esclerosis múltiple tiene tratamiento, el que está enfocado en controlar el sistema inmune, con un carácter preventivo.

Por una parte, se tratan los brotes de la enfermedad y, por otra, se indica tratamiento de base para evitar o reducir la frecuencia e intensidad de los brotes. Hay una amplia gama de tratamientos que suponen diversos efectos secundarios según la persona. Entre los tratamientos más importantes, se encuentran los de inmunodepresión y los de leucoencefalopatía multifocal progresiva.