¿Cómo influye el estrés en la alimentación ?

Alimentación

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El ritmo acelerado de la vida moderna, sumado a ciertas circunstancias de estrés, tiene un directo impacto en los hábitos alimenticios. Algunas personas que se sienten estresadas comienzan a comer en exceso, a deshoras o, simplemente, no lo hacen; el problema es que todas esas prácticas son muy perjudiciales para el organismo. 

Un cuadro de estrés no tratado contribuye, entre otras cosas, a la adopción de malas prácticas nutricionales. Por eso, en estos casos, la recomendación es consultar con un especialista en nutrición. En RedSalud contamos con un staff de nutricionistas capacitados para brindarte la ayuda que necesitas. 

Principales errores:

  • Exceso de grasas y azúcar: evitar los snacks y comida con alto contenido de alguno de estos componentes es fundamental. Se trata de productos que llenan de energía por un rato, pero que no aportan ningún nutriente.
  • Saltarse las comidas: el hábito de dejar de desayunar, almorzar o cenar, hace que el metabolismo vuelva más lento y, por ende, sea más fácil subir de peso. Además, contribuye a la descomposición de la masa muscular y provoca debilitamiento general.
  • Antojos: comer sin hambre, por lo general, es producto de la ansiedad no controlada. Ceder a los antojos solo se traduce en exceso de calorías.
  • Falta de ejercicio: a veces, la tensión del día a día hace perder el interés de realizar alguna actividad física. Sin embargo, practicar ejercicios de manera regular te ayuda a liberar el estrés, además de mantenerte en forma.
  • Pocas horas de descanso: dormir menos horas de las recomendadas (8, en promedio), disminuye la calidad del sueño y, con ello, aumentan las hormonas del estrés. Esto genera un aumento de apetito, a través de episodios de ansiedad que desencadenan en una mayor ingesta de alimentos, generalmente, poco saludables.

  • Bajo consumo de agua: la deshidratación perjudica el estado general del organismo. Beber la cantidad que se requiere diariamente, permite mantener el cuerpo en óptimas condiciones, ayuda a disminuir la ansiedad y, por consiguiente, la posibilidad de ingerir más alimentos de los necesarios.